Os voy a contar varias historias personales de mi colección, las botellas que encontré en un bar derrumbado por las llamas que hoy está bajo un embalse, las ediciones limitadas que encontré por casualidad en Santa Cruz (Bolivia), como viajo con 25 botellas en el equipaje de mano (porque están prohibidos los líquidos pero no las botellas vacías), aunque tuve que luchar para pasar el control en El Cairo, el policía me dijo que llevaba una botella de cerveza, yo le dije que «No, llevo díez»
De momento os dejo estas fotos alegres con la compañía de una cerveza.